jueves, 19 de noviembre de 2009

Los procesos de exploración en artes se da desde el punto de vista de diagnostico y valoración de procesos de desarrollo estético en los estudiantes en la cual se evidencian puntos focales de intervención desde la formación y revisión de procesos de aprendizaje para el fortalecimiento de competencias y como elemento regulador en el desarrollo integral de las demás áreas del conocimiento.
La intención formal es generar espacios de experimentación artística, abstraer fragmentos, seleccionándolos detenidamente para construir a través de la mancha, las formas un mundo desconocido o no; sin perder la intención de captar sensaciones, gestos, movimientos, miradas. Es introducirse en la escena de la representación visual que implica cercanía, análisis y reflexión.

Deformar, descomponer, fragmentar, hilvanar, remendar, entretejer, coser o reutilizar materiales manteniendo la apariencia de unicidad, con un lenguaje pictórico que propone la transformación de la realidad a partir de los diálogos y manifestaciones de la naturaleza o del contexto. Los materiales empleados han sido el hilo conductor para incitar a tocar con los ojos la realidad personal de cada individuo guardando en la memoria un compendio de experiencias sensaciones y momentos que finalmente es cuando la obra en su gestación, más que ser imagen predeterminada es sensación-sentimiento.

La narración literaria vista desde la percepción directa con la realidad local es un elemento determinante para dar paso a la creación de esta propuesta, es allí donde quedan registradas las imágenes congeladas desde la historia o la realidad que le dan un sentido propio al trabajo pictórico, donde pasa a ser una experiencia íntima frente al color, las formas, los materiales y las superficies sugiriendo cada vez en nuevas posibilidades como resultado de una contienda física y estética. De este modo, aparecen combinaciones e intercambios utilizando objetos cotidianos, funcionales, banales como ganchos, fibras textiles, hebras de hilo surgiendo etéreas escenografías y por qué no develando lo más propio de la condición humana que también hace parte de las vivencias, de estructura cultural de la región, su música, arquitectura y tradiciones.. es buscar y restablecer nuevos canales de comunicación, nuevos lenguajes estéticos y de reconocimiento cultural, nuevas fronteras en la expresión artística; Es comenzar a estructurar un discurso a partir de la cotidianidad estableciendo una relación entre la obra y los ejes temáticos propios de la cultura local, de la región, tomando entre otras su riqueza natural, la biodiversidad y el entorno social como un replantear un reconocer y un establecer y cimentar la cultura propia, la mirada estética del ser y de sus semejantes.




Miguel Medina